A continuación te explicamos algunos de los riesgos de equivocarse al fijar el precio de venta de tu vivienda:
Si somos vendedores y fijamos un precio demasiado alto:
- Tendremos pocos contactos, los que tengamos es probable que se echen atrás al ver un precio excesivo.
- Si como vendedor estuviéramos dispuestos a aceptar una oferta más baja, probablemente varios compradores descarten nuestra vivienda al primer momento y no recibamos las posibles ofertas.
- Nuestra propiedad se acaba quemando en el mercado.
- No hay visitas. No hay venta.
Si somos vendedores y fijamos un precio por encima del mercado:
- Tendremos solicitudes de información, pero las obtendremos por curiosidad.
- Nuestra vivienda servirá para que otros vendedores que venden en nuestra zona demuestren que la suya es una buena oportunidad más económica y venderán antes su vivienda.
- Tendremos visitas, pero no ofertas.
- Los compradores se preguntarán ¿cuánto tiempo lleva esta casa a la venta?, ¿por qué?. Los clientes compradores evitan las viviendas que llevan mucho tiempo a la venta, porque presuponen que tendrán algo de malo.
- A medida que pasa el tiempo, la vivienda se va devaluando y se termina vendiendo por debajo del precio de mercado.
Si somos vendedores y fijamos un precio ajustado al mercado:
- Recibiremos muchas solicitudes de información y muchas visitas.
- Las mejores ofertas se reciben generalmente en los primeros 30 días, pero sólo las recibiremos si hemos puesto un precio adecuado desde el principio.
- Obtendremos compradores motivados.
- Tendremos una posible venta rápida de nuestra vivienda.
Cada vivienda es diferente y tiene aspectos que pueden aumentar o disminuir su valor. Para no equivocarte al fijar el precio de tu vivienda, te recomendamos que escojas a un profesional que vele por tus intereses y te ayude a conocer cuál es el valor real de tu casa y consiga el mejor precio para ti.