El Instituto Nacional de Estadística acaba de publicar los datos sobre el precio medio de los alquileres de vivienda en España, que ha subido un 1,3% en marzo de 2020 en comparación con el mismo mes del año anterior. Estos son los últimos datos previos a la crisis del coronavirus, pero a partir de ahora, ¿cómo se espera que afecte esta pandemia en la evolución del alquiler en España?

Aunque el futuro es difícil de prever,  y aún hay muchas incógnitas,  éstas podrían ser algunas de las tendencias en el mercado del alquiler.

Parte de las viviendas turísticas volverán al mercado del alquiler tradicional:

La actual situación de crisis por el coronavirus ha provocado un desplome del turismo en España. A ello se añade la incertidumbre sobre el futuro y el regreso a la normalidad. Esta situación llevará a propietarios y empresas de pisos turísticos a buscar una solución ante el frenazo de los visitantes. lo que en muchos casos llevará  a reconvertir esos inmuebles de corta estancia en alquiler tradicional. Además de que el mantenimiento de las medidas higiénicas incrementará la dificultad de explotación de  las turísticas, mientras que en la residencia habitual, tras el mantenimiento inicial para la entrega de la vivienda, el posterior, recaerá sobre el inquilino.

El  incremento de oferta de viviendas en alquiler  favorecerá  la moderación de los precios:

La salida de una mayor oferta de vivienda al mercado hará que los precios se moderen, generar una mayor oferta hará que la demanda pueda verse mejor atendida.  En el momento actual la falta de viviendas en alquiler, sobre todo en los grandes núcleos urbanos había hecho subir el precio de la vivienda en alquiler ante la falta de stock de viviendas.

Se renegociarán  alquileres a la baja ante la pérdida de poder adquisitivo de los inquilinos:

Esta renegociación la veremos no sólo en vivienda, sino que este ajuste también se dará en locales comerciales. Las tiendas y negocios de barrio han experimentado un duro golpe con el cierre, lo que sin duda les ha hecho bajar de forma muy  importante sus expectativa de ingresos.

Las ciudades pequeñas y localidades próximas o media distancia de las grandes ciudades retomarán importancia

Estas semanas de confinamiento pueden estar haciéndonos  pensar que necesitamos casas más grandes, más luminosas, con más espacios al exterior, terrazas o incluso jardines, un mayor contacto con la naturaleza. Esto puede rebajar la presión sobre los centros urbanos y desplazar parte de la demanda a otros municipios, lo que también ayudaría al ajuste de precios en las zonas hasta ahora con más presión

Si el teletrabajo empieza a tomar fuerza en las empresas la proximidad al centro de trabajo dejará de ser uno de los factores clave para escoger la ubicación de la vivienda

Estos días teletrabajando han demostrado a muchas empresas que el teletrabajo es una fórmula que funciona. En  España no estaba tan asentado pero tras esta prueba «sin red» que estamos realizando en todo el país seguro que muchas empresas adoptarán esta fórmula que puede resultar muy ventajosa tanto para trabajadores como para empresas. No tener que desplazarse a primera hora todos los días hasta el puesto de trabajo puede relajar mucho el área de búsqueda de una vivienda y hacer pesar más a la hora de elegir vivienda factores como: metros, luminosidad, zonas exteriores, jardín, vistas…

De momento hay muchas más  incógnitas que certezas y habrá que esperar a ver cuánto dura este periodo y qué marca nos deja como sociedad. Lo que está claro es que todos estos factores influirán en mayor o menor medida en la evolución del mercado de alquiler tras la finalización del estado de alarma y confinamiento de la población.