La UE eleva el nivel de exigencia en la normativa sobre eficiencia energética de viviendas: Adiós a la F y la G

La Directiva de Eficiencia Energética de la Edificación marca dos objetivos con impacto revulsivo en el mercado inmobiliario: para 2030 todos los edificios de viviendas existentes tendrán una calificación energética mínima E, y para 2033 mínima de D. Además, introduce el concepto de edificio cero emisiones y la figura de Pasaporte de Renovación Energética para que los propietarios puedan planificar las obras de mejora, en un texto más exigente que el que proponía el propio Consejo de Europa.

Bruselas pisa el acelerador para llegar al objetivo de 2050 de neutralidad climática. Y la mejora del parque de edificios es esencial, se trata de un reto de dimensiones colosales para el que se anuncia una importante movilización de dinero público y la creación de figuras financieras que ayuden al ciudadano.

Las nuevas medidas de eficiencia energética de la Unión Europea afectarán a millones de hogares a partir de 2030. Estas normas pretenden conseguir, en menos de cuatro años y medio, mejorar el rendimiento energético de los hogares españoles. Para ello ponen su foco de atención en las viviendas antiguas sin medidas de ahorro energético.

La Unión Europea pretende someter a renovación a todos los hogares españoles con una clase de energía baja con el fin de mejorar la sostenibilidad en el mercado de las viviendas. El mínimo de eficiencia energética exigido por la UE para este tipo de viviendas que necesitan renovación es una clase E. Si el plan va bien, se espera que para el 2033, todas las viviendas españolas hayan alcanzado la clase energética D.

Qué casas se ven afectadas

En España, aquellas viviendas con una clasificación energética F o G deben de someterse a renovación. En esta clase entran los hogares sin aislamiento, con ventanas anticuadas y sistemas de calefacción y refrigeración que consumen mucha energía. También presentan problemas de moho y humedad en las paredes

Calendario:

Uno de los aspectos que más ha sorprendido es el calendario propuesto, más exigente en el rango de las calificaciones energéticas que el barajado hasta ahora:

  • Requisitos para edificios de nueva construcción:
    • A partir del 1 de enero de 2026, todos los edificios de nueva construcción públicos u ocupados por las Administraciones Públicas deben ser cero emisiones.
    • A partir del 1 de enero de 2028, todos los edificios de nueva construcción no públicos (residenciales y no residenciales) deben ser cero emisiones.
  • Requisitos para los edificios existentes:
    • Edificios públicos. A partir del 1 de enero de 2027, tienen que tener una clasificación mínima de letra E. Para 2030, su clasificación mínima deberá ser D.
    • Edificios privados no residenciales. Los plazos y exigencias son iguales que los señalados para los públicos ya existentes.
    • Privados residenciales. A partir del 1 de enero de 2030, tienen que tener una clasificación mínima de letra E. Para 2033, su clasificación mínima deberá ser D.

FUENTES:   MSN